Sonia Poch y su historia con la bicicleta

Hola, me llamo Sonia y tengo 40 años, vivo en un pequeño pueblo catalán llamado Torrelavit que está situado en la comarca del Penedés, tierra de viñedos y carreteras tranquilas ideales para practicar nuestro deporte.

La verdad es que yo era una persona anti deporte. No me gustaba para nada hasta que hace unos diez años aproximadamente, empecé con el triatlón porque tenía una pareja que lo practicaba y la verdad es que me enganchó.  Primero le tenía mucho respeto, empecé poco a poco y lo curioso es que lo que veía más complicado era el tramo de la bici. 

Me dejaron una bici de montaña y le puse unos neumáticos lisos. Después me dejaron una bici de carretera que no era ni de mi talla y me daba mucho respeto, pensaba que esas ruedas finas no aguantarían mi peso y que me caería, entonces lo que hice fue rodar en un polígono primero porque me daba miedo salir a la carretera. 

A medida que iba haciendo triatlones, me di cuenta que solo esperaba el tramo de bici, y la natación y el correr me empezaban a sobrar. También me agobié un poco de dedicarle tanto tiempo, porque al ser tres disciplinas, cuesta mucho intentar ir bien en las tres. Así que hace unos seis años, decidí dedicarme a la bici en exclusiva. Me compré una bici y empecé a hacer marchas cicloturistas. Probé un poco la competición, pero no es lo mío, así que solo disfruto de la bici.

Una amiga me comentó el tema del proyecto Women in bike, y pensó en mí, porque me gusta organizar salidas... La verdad es que me encantó la idea, me informé e hice el curso, pensé que era muy difícil organizar las quedadas y sobre todo encontrar un mínimo de tres chicas. Al principio recuerdo que escribía whatsapps a todas las chicas que conocía, casi suplicando que vinieran, pero poco a poco el proyecto fue creciendo.

En mi primera salida estaba muy nerviosa, no sabía muy bien cómo actuar, pero al final todas tenemos una misma finalidad, disfrutar con la bici y todo fue rodado. Solo hace tres meses que empecé a organizar las salidas y ya somos 50 chicas en el grupo de Whatsapp.

Sinceramente, al principio te motiva mucho que haya incentivos como la equipación de líder, pero a medida que pasan los días y aumenta el proyecto, eso acaba siendo lo de menos. Los comentarios de las chicas son súper importantes para mí, cuando me dicen que han mejorado mucho, cuando se motivan con pequeños retos, algunas nunca habían subido en una bici de carretera. En resumen este voluntariado es súper motivador e ilusionante.

Sonia Poch