Pautas y consejos para rodar en la montaña

Tanto si te vas a iniciar en la bici de montaña como si ya sales habitualmente es importante recordar de vez en cuando algunas reglas que debemos tener claras a la hora de salir a rodar por el monte.

Desde los elementos de seguridad, conocer el terreno o llevar el material necesario para no quedarte tirada… Vamos a repasar estas cuestiones para que puedas salir con las mayores garantías.

Elementos de seguridad:

Casco, gafas y guantes no deben faltar en tus salidas de bici de montaña.

El casco, tanto en subida como en bajada, es imprescindible para protegerte de los golpes en posibles caídas. Sí, también en las subidas, ya que en montaña suelen ser comunes los traspiés sobre todo en ciclistas de iniciación.

Las gafas como elementos de protección de los ojos. No solo para el sol, permitiéndote ver mejor la trazada por donde debes ir, sino para protegerte de posibles arañazos con ramas del camino o como protección para cualquier pequeña piedra que salte, polvo… se hacen indispensables.

Igualmente, los guantes te van a prevenir de que las manos se te resbalen del manillar por el sudor, te evitarán arañazos con las ramas y también protegerán tus palmas en posibles caídas. Está demostrado que lo primero que hacemos es echar la mano al suelo. El guante ayuda a que no se claven piedrecitas en tu mano y puedas continuar con la ruta como si nada.

Bici revisada

Antes de salir a rodar por la montaña es necesario que revises tu bici.

El estado de las cubiertas, por si están muy desgastadas para evitar pinchar, rajar la cubierta o resbalar por falta de taco.

Que los cambios funcionen bien para que no tengas que hacer subidas con plato grande o piñones más duros. Si cambias la cadena puede pasar que ésta no se acople bien a los dientes y vaya saltando constantemente. Tenlo en cuenta para que no te pase en ruta.

Revisa que los frenos frenen correctamente, que no esté desgastada la pastilla, así evitarás sustos en las bajadas.

Repasa toda la tornillería para dejarla apretada y no tener sustos por el camino. Un tornillo suelto, por ejemplo del manillar, puede darte un gran disgusto.

Herramientas

Lleva siempre las herramientas necesarias para reparar tus propias averías en la ruta. Si aún eres novel y no sabes hacer algunas reparaciones de emergencia, llévalas aun así. Siempre puede haber alguien que sepa usarlas.

Cámara del tamaño de tu rueda, desmontables, parches, hinchador, tronchacadenas, eslabón rápido, multiherramienta, obus de repuesto si llevas tubeless y la patilla de cambio trasero por si se rompe. Esta pieza es muy delicada y debes tener cuidado al apoyar la bici en cualquier sitio, ya que una mala caída puede hacer que se rompa.

Botiquín

No está de más que lleves un pequeño botiquín con lo imprescindible para curar una herida.

Una caída tonta puede hacerte pasar un mal rato. Desde material de limpieza, gasas, suero, desinfectante y si puedes, añade unos pequeños puntos de papel para salir del paso así como una pequeña venda, esparadrapo para sujetarla y algún medicamento para el dolor. Con eso ya podrás salir del paso e ir al centro de salud más cercano para hacer una buena cura si fuera necesario.

Como ves la seguridad y la prevención en la montaña son esenciales para que todo vaya bien.

Conocer el terreno

Otro aspecto importante es conocer el terreno por el que vas a rodar. Desde el tipo de suelo que te puedes encontrar, si es terreno pedregoso, si se hace barro al llover, etc. Esa información te ayudará a poner la presión adecuada en los neumáticos o llevar la bici apropiada.

Además de GPS, a veces no es mala opción que lleves un mapa en papel de la zona, ya que te puede venir bien si necesitas acortar la ruta o cualquier otro imprevisto.

Además, conocer el terreno te ayudará a reservarte para lo que pueda venir, sin fatigarte  antes de tiempo.

Mejor acompañada

Lo ideal es acudir a la montaña con más gente: además de hacer más amena la ruta, tener una ayuda en caso de accidente puede resultar crucial.

Si eso no es posible, estas recomendaciones siempre vienen bien:

Sal por sitios frecuentados por gente por si te tienen que socorrer y usa aplicaciones de móvil que indiquen a alguien de confianza por dónde vas.

Chequea el clima antes de salir.

En la montaña puede haber cambios bruscos de temperatura y se pueden formar tormentas de forma repentina. Puedes pasar un riachuelo en bici y, tras una tormenta, que este se haya convertido en un río imposible de cruzar. Se puede poner a llover y formase un barrizal que te dificulte poder volver a casa… pueden pasar mil cosas.

De ahí la importancia de conocer el terreno y de saber el tiempo que va a hacer.

Eso te dará una idea de si tienes que cambiar de planes o de qué ropa debes ponerte o meter en la mochila. Prevención es la palabra clave.

Comida y bebida

Puede parecer una tontería si solo vas a salir un par de horas. Nunca hay que subestimar una ruta por pocos kilómetros que sean. En montaña, una ruta de 8 kilómetros te puede costar dos horas, por el desnivel, por la dificultad…

Así que no dejes de llevar agua y comida como para un imprevisto. Nunca sabes qué te puede esperar.

Si te gusta la montaña y quieres disfrutarla no dejes de repasar estas sugerencias y consejos, así como practicar toda la técnica que te sea posible. Cuanta más técnica tengas, mejores sensaciones vas a tener en ruta, más lo vas a disfrutar y más segura será esta.