El poder de los hongos

La alimentación saludable según los datos científicos de los que ya a estas alturas de la película disponemos y alejándonos de las obsoletas recomendaciones basadas en la pirámide de la alimentación saludable responde a aquella en la que las grasas y proteínas son la base, acompañadas de verduras y hortalizas además de algo de fruta. Dentro de esos “acompañamientos” de grasas y proteínas como son las verduras y hortalizas podríamos incluir otros alimentos del bosque con un altísimo valor biológico como son las setas y los hongos.

Si los alimentos grasos como aceites vegetales de origen oliva, coco, mantequilla, frutos secos, olivas, aguacate, pescados grasos, carnes y embutidos de calidad son la principal fuente de energía, antiinflamatorios, etc; los alimentos proteicos como carnes, pescados, huevos, los ladrillos a partir de los que regeneramos la musculatura, estructuras osteoarticulares, etc; las verduras y hortalizas la principal fuente de fibra, vitaminas y minerales; los hongos nos pueden aportar innumerables beneficios a nivel inmunitario y en la prevención de enfermedades.

Algunos muy comunes como el Champiñón son muy ricos en selenio, uno de los minerales con mayor función moduladora del sistema inmunológico, útil en situaciones de autoinmunidad (artritis reumatoide, fibromialgia, espondilitis, etc.) y prevención de cáncer.

Un hongo cada vez más conocido pero nuevo en nuestro entorno es el Reishi, también llamado hongo de la eterna juventud. Tiene múltiples aplicaciones médicas relacionadas con la salud mental, calidad del sueño, prevención del cáncer, pero sobre todo por la mejora de las células del sistema inmunitario. Se recomienda su uso como suplemento en estados carenciales, prevención de infecciones en situaciones de estrés, cambios de estación o post cirugías. 

Otro de los chicos nuevos del lineal es el Shiitake. Son esa especie de champiñón cabezón, color marrón oscuro y redondito. Provienen de la medicina tradicional china y se le atribuyen propiedades anticancerígenas, antiaging e inmunitarias. 

El Maitake, más desconocido pero igualmente interesante, actúa a nivel cardiovascular. Previene enfermedades como la hipertensión arterial, mejora el nivel de triglicéridos en sangre y se ha comprobado su eficacia en procesos de pérdida de peso.

La Melena de león, que debe su nombre a su aspecto de frondosa melena de león albino, es usado para mejorar la conexión intestino - cerebro. No solo mejora la función digestiva mejorando situaciones de dispepsia, inflamación intestinal, etc. sino que ha demostrado ser un optimizador de la función cognitiva, concentración y salud neuronal.

La Cola de pavo de crecimiento muy común sobre sustrato orgánico o troncos húmedos y sombríos tiene unas interesantes propiedades sobre patógenos. Tiene compuestos capaces de activar las células del sistema inmunitario llamadas natural killer (NK), que son la primera línea de defensa de células cancerígenas. Teniendo en cuenta que cada día aparecen en nuestro cuerpo 5.000 células cancerígenas que son neutralizadas por estas NK, merece la pena incluir en nuestra alimentación setas como la cola de pavo.

Podríamos continuar con la innumerable lista de setas y hongos utilizados sobre todo en la medicina oriental, pero con esta pequeña pincelada podemos tener suficiente para introducir en nuestra alimentación alimentos que, además de tener un amplio uso culinario, tienen propiedades valiosísimas.

Evidentemente resta señalar que todos los hongos son una de las mayores fuentes de fibra de la naturaleza y suelen ser ricos en vitaminas del grupo B, aspecto de interés en poblaciones veganas, personas con astenia, falta de energía y cansancio generalizado. Son también grandes proveedores de minerales como el calcio, potasio y fósforo, minerales implicados en la formación de hueso, formación de membranas celulares y todo el sistema energético celular. 

Si en una dieta sana son tesoros alimenticios ni que decir tiene en la dieta del deportista de alto rendimiento en el que el desgaste es mayor, el sistema inmune debe estar al mil por cien y la maquinaria inmunológica ser más precisa.