A lo largo de los años, se han ido difundiendo una serie creencias sobre el entrenamiento de fuerza en las mujeres y en esta publicación vamos a tratar sobre las afirmaciones más comunes para poder distinguir si es un mito o una verdad demostrada.
Cada vez son más las mujeres que se adentran en el mundo del ejercicio físico, hablando por ejemplo de nuestro deporte, cada día se ven más y más mujeres en la carretera y eso siempre es una gran noticia.
En los últimos años, hemos podido apreciar cómo se intenta potenciar su inclusión en el deporte a través de movimientos como el de “Women in Bike” de la RFEC, la creación de más equipos femeninos, cursos y talleres orientados al público femenino…
Y esto no ocurre sólo en el ciclismo si no que se aplica a otros ámbitos como los gimnasios donde se trabaja principalmente la fuerza (si dejamos de lado las clases colectivas de spinning y similares) y más con las modalidades en alza como el Crossfit.
A lo largo de los años, se han ido difundiendo una serie creencias sobre el entrenamiento de fuerza en las mujeres y en esta publicación vamos a tratar sobre las afirmaciones más comunes para poder distinguir si es un mito o una verdad demostrada.
“Si entrenas con pesas, vas a tener un cuerpo muy grande o poco femenino”
Puede que ésta frase sea la más común o escuchada. Es verdad que realizar entrenamiento de fuerza aumenta la masa muscular. Pero habría que llegar a unos niveles extremos (deportistas de élite o incluso con dopaje) y años de entrenamiento para llegar a ese punto de un cuerpo muy voluminoso. La testosterona es una de las hormonas principales de crecimiento y recuperación del tejido muscular y es que las mujeres tienen 20 veces menos cantidad de testosterona que los hombres, con lo cual será más difícil obtener un crecimiento muscular. La realidad es que ganar volumen requiere mucho tiempo, esfuerzo y dedicación.
Al contrario de la idea de convertir tu cuerpo en uno voluminoso, el trabajo de fuerza va a reforzar tu feminidad, con la mejora del tono y la definición de los músculos, creando una apariencia más firme y mejor formada. Además de que el entrenamiento de pesas y fuerza es fantástico para tu salud física y mental.
“Si lo que quieres es perder peso, tienes que hacer cardio”
Por supuesto que el ejercicio aeróbico (bici, correr, andar, nadar…) es fundamental para perder peso, ganar salud y que todo plan de entrenamiento tiene que contemplarlo, en ningún momento se niega los grandes beneficios que tiene. Ahora bien, el entrenamiento de fuerza junto a una buena dieta nos va a ayudar a generar mayor masa muscular. El músculo quema más calorías que cualquier otro tejido, lo que significa que a más musculo, más rápido será tu metabolismo. Al realizar ejercicios de fuerza, serás más eficiente y tu metabolismo energético también mejorará.
“Puedes llegar a hacerte daño si trabajas con pesas”
El riesgo de lesión siempre está ahí; al realizar ejercicio físico nos exponemos a que un mal gesto, un mal movimiento, puede desencadenar en una lesión. Corriendo una torcedura de tobillo, con la bicicleta una caída… Realmente, puedes hacerte daño de mil maneras y en cualquier momento cotidiano de tu día a día.
La realidad de este mito es que cuanto mayor control, experiencia, seguridad y confianza tengas en cualquier entrenamiento, el riesgo de lesión disminuye.
Para evitar lesiones es importante un buen plan de trabajo, una buena técnica y trabajar con el peso que te conviene utilizar. Existen muchas herramientas para prevenir como los test de fuerza, el trabajar con profesionales que guíen y enseñen cómo ejecutar la técnica (muy recomendable principalmente en la iniciación) y sobre todo el sentido común de entrenar acorde al nivel y a los objetivos.
Por supuesto la importancia de un buen calentamiento y movilizar las articulaciones previamente al entreno. Tener un buen tono muscular también evitará lesiones futuras.
“Se puede quemar grasa localizada”
Para perder grasa se han de quemar más calorías de las se consumen, lo que se conoce como déficit calórico y es la mejor forma de eliminar grasa y perder peso. El cuerpo no coge la grasa acumulada de las células de la zona que estás trabajando, sino que recurre a la grasa corporal de todo el organismo.
Uno de los mitos más comunes es el pensar que por hacer muchos abdominales estos se van a marcar y ver con facilidad, cuando lo importante para eso es el porcentaje graso global del cuerpo.
Para concluir, hay que tener claro que si se desea lograr un objetivo (como en este caso perder grasa) es necesario dedicarle tiempo y esfuerzo y la clave va a ser la constancia. Disminuir la grasa corporal y ganar músculo magro es totalmente posible, pero para ello hay que tener paciencia y ser constantes en el día a día con el entrenamiento y la alimentación.
Autor: Alberto Carabantes
Preparador físico en EntrenamientoCiclismo
Técnico Rendimiento RFEC
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